Entrevista 1

Entrevista publicada en Septiembre del año 2006 en el Suplemento de Salud del periódico Las Provincias

«Perseguimos una cultura de la prevención que implique tanto a empresarios como a trabajadores»

Un accidente laboral se define como toda lesión corporal que sufre un trabajador en su lugar de trabajo o in itínere, incluyendo las enfermedades que se producen dentro de la jornada laboral. Los accidentes laborales pueden ser leves, graves o mortales. Amelia Calot, directora médica de la empresa Convasal nos habla de ellos.

La secuela de accidentes laborales de origen diverso y la dinámica de las enfermedades profesionales alcanzan en el mundo una dimensión de características catastróficas en el orden personal y económico y producen cuantiosas pérdidas inmediatas de productividad, en forma de bajas laborales, y de recursos económicos que hay que detraer de las cajas generales que atienden estos casos.

Las informaciones que gota a gota vienen llenando las páginas de sucesos y los informativos audiovisuales que dan cuenta de tal o cual accidente en una obra, en una fábrica, en un transporte de mercancías etc. son parte del día a día en el mundo del trabajo.

SALUSLP es sensible a esta realidad y para intentar divulgar y, en todo caso, concienciar a nuestros lectores sobre esta cuestión ha decidido buscar una parte de los hechos en un espacio dedicado a la prevención de la salud laboral, a la prevención de la seguridad y a su auditoría en el mundo del trabajo, en el marco de la empresa.

Se visita a la especialista en el tema y directora médica de Convasal, Amelia Calot Escobar.

La empresa cuya dirección médica asume, está dedicada integramente a estos menesteres y por ello, SALUSLP la entrevista con la intención de conocer cuántos, cuándo y el porqué de los accidentes laborales y enfermedades profesionales.

El despacho de la directora médica es austero y en línea con lo que predica. Ninguna arista, nada superfluo, lama la atención además del indispensable, hoy, ordenador, una pirámide relativamente grande, construida artesanalmente con segmentos o capas de piedras de colores que confirma, a preguntas nuestras, como un «totem» del que se supone emanaría energía positiva.

Es bueno que los papeles, expedientes mejor, que llenan su mesa perfectamente alineados reciban de esa fuente de energía la fuerza suficiente para resolver la multitud de cuestiones que ahí se adivinan.

Nos extraña que en el despacho de la médica no haya instrumental, aparatología y al preguntarlo se limita a sonreir, levantarse y darnos paso a una clínica donde se realizan los análisis, los reconocimientos y los diversos elementos que sirven para medir el estado de cualquiera de nosotros.

Se vuelve a su despacho y allí bajo la mirada verde de cinco hermosas acuarelas, de factura alsaciana, contesta a la pregunta sobre el particular y estas que siguen son las preguntas y las respuestas.

Hay que irse pero no sin antes agradecer el tiempo que ha dedicado y no sin recibir un consejo sobre la necesidad de cuidarnos la voz, no resultase al final una enfermedad profesional lo que creíamos que podría ser una voz profunda.

¿Cuántos accidentes laborales se producen al año en la Comunidad Valenciana?

 Según datos de la Dirección General de Trabajo y Seguridad Laboral de la Consellería de Economía, Hacienda y Empleo, contenidos en la Memoria del año 2005 realizada por el Comité Económico y Social (CES) de la Comunidad Valenciana, durante el año 2005 se produjeron 97.104 accidentes de laborales ocurridos en el centro de trabajo lo que supone un incremento de un 0,3% frente a los 96.864 del año 2004. Los accidentes “in itinere”; es decir, los ocasionados durante los desplazamientos al centro de trabajo han recogido las mayores cifras de los cinco últimos años, aumentando un 8,8% con relación al año anterior. Del total de accidentes laborales del año 2005, 101 fueron mortales lo que supone un aumento del 34,7% con respecto al 2004. También se ha observado una disminución de los accidentes graves y un aumento de los leves.

En cuanto a las  enfermedades profesionales, en el año 2005 se declararon 976 frente a las 1.097 del año 2004, lo que supone un descenso del 11%.

Estos datos revelan que, la necesidad de seguir avanzando en este campo.

¿Qué criterios se utilizan para esa calificación de accidente laboral?

 La actual Ley de Prevención de Riesgos Laborales considera “daños derivados del trabajo” a las enfermedades, patologías o lesiones sufridas en la realización de un trabajo, y “riesgo laboral” la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo.

Para la Ley General de la Seguridad Social accidente laboral es toda lesión corporal que sufre un trabajador en su trabajo e “in itinere”, incluyendo enfermedades como infartos o derrames cerebrales, siempre que tengan lugar dentro de la jornada laboral o durante el trayecto mencionado. Los accidentes laborales se presentan de forma brusca e inesperada. Pueden ser leves, graves o mortales.

En el mismo orden de las preguntas anteriores. ¿Podría extender las respuestas al ámbito de las Enfermedades Profesionales?

 La Ley General de la Seguridad Social define Enfermedad Profesional como la enfermedad contraída al realizar un trabajo en alguna de las actividades que se especifican en el listado de enfermedades profesionales hoy vigente. Además, deben estar provocadas por la exposición prolongada a los elementos o sustancias indicados para cada enfermedad profesional.

De los accidentes declarados en el año 2005 ¿Qué lesiones fueron las más frecuentes?

 Según datos recogidos en el Anuario de Estadísticas Laborales y de Asuntos Sociales del año 2005 del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales las lesiones más frecuentes fueron las dislocaciones, esguinces y torceduras  seguidas de heridas y lesiones superficiales, fracturas de huesos, conmociones y lesiones internas y en menor cantidad quemaduras y otras. En cuanto a la parte del cuerpo más afectada tenemos en primer lugar las extremidades superiores, sobre todo los dedos, seguido de las extremidades inferiores, espalda y cabeza.

 Parece obligado plantearse que el empresario debe tomar medidas para garantizar la salud laboral. ¿Qué medidas aconseja?

En líneas generales, aconsejaría al empresario que realizara una gestión integrada de la prevención con un Plan Global de Seguridad y Salud Laboral en su Empresa que incluya, por una parte la prevención técnica con la realización de la evaluación de riesgos, mediciones higiénicas y estudios ergonómicos y, por otra, la vigilancia de la salud con la realización de los reconocimientos médicos según los riesgos que se hayan detectado, estudio de las enfermedades que se produzcan entre los trabajadores para ver su posible relación con el trabajo y seguimiento médico del personal sensible que son los minusválidos, las embarazadas y los menores de edad. Por ejemplo es importante hacer un estudio detallado de las condiciones de trabajo de las embarazadas ya que algunos riesgos como trasladar pesos o estar en contacto con determinados productos químicos, etc., podrían dañar al feto o causarle enfermedades o malformaciones.

Tampoco hay que olvidar un apartado muy importante que es el de la formación de los trabajadores tanto a nivel técnico como de promoción de la salud, dentro de este apartado no solo se abordan patologías laborales o formación de primeros auxilios también de medicina en general. Entre los cursos que nosotros impartimos algunos, como el diagnóstico precoz del cáncer de mama o el curso antitabaco  son muy solicitados.

La realización de estas medidas llevará a una cultura de prevención dentro de la Empresa en la que tanto el empresario como los trabajadores estarán implicados.

 ¿Existe un seguimiento posible en este campo?

 Si, el seguimiento consiste en el examen de la evolución de los accidentes ocurridos en la Empresa desde la implantación del Plan de Seguridad y Salud Laboral y en el grado de satisfacción de los trabajadores ante las mejoras en seguridad que se vayan realizando, con una disminución de las bajas y un aumento de la productividad.

¿Cuántas especialidades hay en prevención?

 Según el Reglamento de los Servicios de Prevención están, por un lado, las especialidades técnicas (Higiene Industrial, Seguridad en el trabajo y Ergonomía y Psicosociología) que actúan sobre las instalaciones, los equipos de trabajo y los procesos industriales, y por otro, la Medicina del Trabajo, que es la especialidad que actúa sobre la persona valorando las repercusiones que sobre su salud tienen los factores laborales.

 ¿En qué consiste la Vigilancia de la Salud?

La Vigilancia de la Salud es la vigilancia de las enfermedades y lesiones de origen profesional. Consiste en controlar las alteraciones en la salud de los trabajadores para estudiar su posible relación con la exposición a un riesgo determinado que puede ser físico, químico, de organización, etc., y, así, poder prevenir las posibles consecuencias.

Para el estudio del personal expuesto a un riesgo determinado se utilizan los llamados protocolos de vigilancia de la salud aprobados por el Ministerio de Sanidad, que permiten unificar criterios de actuación y hacer estudios epidemiológicos de un grupo amplio de trabajadores para sacar conclusiones sobre la efectividad de las medidas de prevención adoptadas. Por ejemplo, después de realizados los reconocimientos en una Empresa de muebles, en una de las secciones observé una incidencia elevada de lesiones de espalda, por lo que, junto con el técnico en prevención, estudiamos el posible origen y propusimos a la Empresa colocar unas cintas rodantes para evitar, en la medida de lo posible, la manipulación de cargas, lo que disminuyó dicha patología en los reconocimientos y un descenso de las bajas.

 En la Vigilancia de la Salud, ¿son importantes los reconocimientos médicos?

 Los exámenes de salud o reconocimientos médicos son la pieza esencial en la prevención médica para detectar posibles daños o lesiones. Hay que olvidarse de la antigua creencia de que solo sirven para saber si se tiene o no colesterol y pensar que se pueden detectar patologías laborales específicas además de detectar posibles patologías no laborales.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece que el empresario debe garantizar a los trabajadores la vigilancia periódica de su estado de salud en función de los riesgos de su trabajo. También dispone la voluntariedad de dichos reconocimientos excepto para los casos en que sean imprescindibles para evaluar el efecto de las condiciones del trabajo sobre la salud del trabajador, cuando su estado de salud pueda constituir un peligro para él mismo, para los demás trabajadores o para otras personas, o cuando así esté establecido en alguna disposición legal.

¿En términos generales calificaría de óptimo el estado de prevención por parte de los agentes (empresario y trabajador) implicados en los accidentes y enfermedades laborales?

 Gracias a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales se ha mejorado mucho en la seguridad y salud laboral a medida que, tanto empresarios como trabajadores, van concienciándose de la necesidad de la prevención. Cuando empecé a trabajar como Médico de Empresa, hace 17 años,  desde el Servicio Médico nos encargábamos de que se realizaran los reconocimientos médicos y se utilizaran los equipos y medidas de protección, hacíamos estudios de accidentes laborales para intentar que no se repitieran y proponíamos mejoras en las condiciones de trabajo, el problema era que por falta de legislación específica y de conocimientos sobre el tema, era más difícil encontrar cooperación en el empresario y en los trabajadores, estos, por ejemplo, creían que los equipos de protección personal (EPIS) eran una incomodidad. Yo entonces era médico en una empresa donde el nivel de ruido era bastante elevado, por lo que una o dos veces a la semana me paseaba por la nave con los bolsillos de la bata llenos de tapones para los oídos y los repartía.

De todas formas aún hay sectores que son reacios al cumplimiento de dicha Ley y lo ven solo como “una molestia que les cuesta dinero”, sin darse cuenta de que invertir en prevención es algo necesario  que, a la larga, ahorra dinero a la Empresa y, lo que es aún más importante, sufrimiento humano.

¿En qué sectores se dan más los accidentes y las enfermedades y cuáles son las razones de ello?

 Según datos del CES, durante el año 2005, en la Comunidad Valenciana, por sectores, el de servicios registró el 40,6% del total de accidentes declarados, seguido de construcción con 27,6% e industria con 27,2%. Por actividades económicas, construcción, como en años anteriores, ocupa el primer puesto con el 27,6% de los accidentes laborales, seguido del comercio al por mayor con el 6,3%, el comercio al por menor con el 5,7% y el sector hostelería con un 4,8%. Las razones de que estas actividades tengan más accidentes son muy variadas, aunque se pueden subrayar las características propias del trabajo, así como la falta de organización y de medidas de prevención. También es importante la precariedad de estos trabajos que lleva a contratación de personal sin cualificación ni experiencia en las tareas a realizar y sin formación adecuada.

En cuanto a las enfermedades profesionales el sector servicios con el 41,4% ocupa el primer lugar seguido por industria con el 37,9% y construcción con el 17,4%.

¿Si tuviera usted que clasificar los niveles de riesgo para el trabajador qué baremo utilizaría y, en consecuencia, qué aconsejaría para disminuir estos factores?

Como baremo, el más utilizado es el propuesto por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, que, basándose en la probabilidad alta, media o baja de que un riesgo produzca daños, y en las consecuencias alta, media o baja del daño, propone una clasificación de los riesgos en Trivial, Tolerable, Moderado, Importante o Intolerable. Mi consejo sería actuar implantando las medidas de prevención adecuadas tanto en instalaciones generales como en equipos de trabajo comenzando por los riesgos Intolerables y descendiendo hasta los Triviales.

Como usted sabe en la Comunidad Valenciana la existencia de pequeñas y medianas empresas es dominante y los costes derivados de un mantenimiento de las condiciones adecuadas para cumplir los requisitos legales pueden ser altos e incluso inadecuados en un teórico ratio coste/eficiencia; en este sentido: ¿Qué pasos, qué secuencia, aconseja usted para el empresario?

 Bajo mi punto de vista, le aconsejaría adecuar la organización preventiva a las necesidades reales de su Empresa contratando un Servicio de Prevención que ofrezca todas las especialidades preventivas y realice un estudio detallado de las condiciones laborales mediante técnicos especializados en prevención y médicos especialistas en medicina del trabajo que trabajen en equipo, para que todo el esfuerzo económico se traduzca en medidas eficaces y en una mejora real de la seguridad y la salud laboral, esto aumentará el bienestar del trabajador en su puesto de trabajo y disminuirá las bajas por accidente y enfermedad, lo que llevará a un aumento de la productividad.

Durante bastantes años estuve como Médico en una Empresa cuyas condiciones laborales no eran muy favorables, falta de iluminación, de limpieza, de espacio y un clima psicológico de tensión ya que trabajaban “a destajo”, todo esto se tradujo en un aumento exagerado de las bajas por depresión lo que duró unos años hasta que conseguí convencer a la dirección de la empresa para mejorar las condiciones de trabajo.

 Hemos oído hablar de la llamada teoría del dominó en un accidente. ¿Qué significado tiene esto?

Se trata de una teoría desarrollada por Heinrich sobre la causalidad de los accidentes en la que establecía una secuencia de 5 factores (1. antecedentes y entorno, 2. fallo del trabajador, 3. acto inseguro unido a un riesgo mecánico y físico, 4. accidente, 5. daño o lesión) en la que cada uno actuaría sobre el siguiente como lo hacen las fichas del dominó cuando van cayendo una sobre otra. Propuso que, como al quitar una ficha de dominó de la fila se interrumpe la caída de estas, la eliminación del factor 3 evitaría el accidente y el daño resultante.

¿Es posible la encadenación de situaciones que conduzcan a un desastre?

Hay un refrán popular anglosajón basado en la muerte del rey Ricardo III que dice: “Por un clavo se perdió una herradura; por una herradura se perdió un caballo; por un caballo se perdió un caballero; por un caballero se perdió una batalla; por una batalla se perdió una guerra; por una guerra se perdió un reino”. Por tanto, por un clavo se perdió un reino. Algo similar se refleja en el “efecto mariposa” de la teoría del caos que viene a decir que una variación mínima de las condiciones iniciales supone un comportamiento totalmente distinto del esperado que podría llevar a un desastre.

Al margen del estado de instalaciones y servicios creemos que LA ACTITUD es decisiva por quienes tienen la obligación de prevenir y por los que corren el riesgo. ¿Qué aconseja usted en ese campo de la actitud?

 Para lograr el éxito en este campo es indispensable que todos los participantes en la prevención de riesgos laborales (empresarios, trabajadores, administración, técnicos en prevención, médicos del trabajo, etc.) adopten una actitud favorable a la mejora de la seguridad y salud laboral.

Aún así, además de la actitud hay otro factor a considerar que es la capacidad para percibir el riesgo, ya que al no ver el peligro se rechazan las normas de seguridad (esto ocurre tanto en el trabajo como en carretera) y no se utilizan correctamente los métodos de protección. Esto sería el caso de los accidentes por exceso de confianza, como el que sufrió un trabajador al retirar la protección en una prensa y que acabó con la amputación de dos dedos.

¿Desea usted añadir algo más?

Para terminar me gustaría señalar que, más allá de cifras y definiciones, lo más satisfactorio de trabajar en este campo es saber que, gracias a la mejora de la seguridad y salud laboral, se consiguen evitar accidentes y enfermedades que pueden llegar a ser mortales o producir lesiones que deterioran las condiciones de vida de un trabajador y de su familia.

Carlos Pajuelo de Arcos

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